Capítulos

martes, 2 de octubre de 2012

Capítulo 5 - Porque formas parte de el.

-Esme, ¿No me escuchabas o qué? - Lo miré con una cara que no le dejó indiferente. Miré a Honey de una forma que decía claramente "no dejes que me vaya" pero como siempre, los hombres son incapaces de interjectar señales, no hizo nada.
-Has llegado muy rápido, ¿A cuánto ibas?
-¿Tenía que tardar? Oh, perdona.
-No lo digo por eso, sabes que me preocupa que vayas rápido. Y si te pasa algo... - Lo miré, él entendía de qué hablaba pero aun así su dureza no disminuyó. Estaba celoso, lo había visto así mil veces, y yo también lo había estado. Era complicado tener una relación abierta, porque a veces nuestros sentimientos pasaban a ser más de lo que queríamos, o más bien, de lo que podíamos controlar. Pero nunca llegaban a amor, nos queríamos sí, pero no era amor de enamoramiento si no amor de costumbre, de que estaba bueno, tenía un buen culo y de que siempre tuvimos una atracción increíble. Tampoco podía decir que hubiera sentido más por nadie en mi vida, pero sabía que eso no era amor. -Vamos por favor.
-Claro. Vamos, no vaya a ser que tengas el castigo de quedarte, que se nota que te fastidia.
-Vale ya, Samuel.
-¿Por qué?
-Porque tú y yo no somos...- No quería ser brusca. Si le decía que no éramos nada me dejaría , algo que no podía permitirme porque me gustaba mucho, pero si le decía que éramos algo más podía mal interpretarlo.- Bueno, no somos novios.  Y no tienes derecho a tener celos.
-Ni tú a llamarme cuando estés en el coche de otro tío. Ni a ponerte celosa otras veces, y esto, además no es algo que quiera hablar con él delante.
Todo esto me pillo tan desprevenida, conocía su faceta celosa, pero no celosa y furiosa. Hasta el momento que dijo ese "él" ,que más que decirlo, escupió no me dí cuenta de que ahí seguía y yo en el coche.
-Tienes razón, vámonos. -Dije levantándome. Me giré, no tengo ni idea de por qué lo hice, pero me giré. Y él estaba ahí con su sonrisa de no pasa nada, todo es posible, que en ese momento no necesitaba para nada. Era una especie de desafío hacia él, y yo no quería eso. -Adiós...
-Honey, por si se te ha olvidado mi nombre.
-JÁ. -Soltó Samuel con cara de superioridad.
-Adiós, honey.
-Adiós Lady Curl, hasta mañana.
En ese momento la mirada de Samuel hizo que mi vello se erizara y que saliera un grito ahogado casi inaudible.
Me subí al coche, mientras él esperaba a que saliera primero honey. Pero él no lo hacía.
-¿Por qué él?
-¿Y por qué no?
-Porque es un chico que no conoces de nada.
-A ti tampoco, hasta que te conocí.
Sonrió de esa manera tan honesta y jodidamente perfecta.
-Cierto. Pero yo molo más.
-¿Ah, sí? Mmm, no creo eh, él me ha sorprendido.
-¿No soy el mejor de todos?
-Quizá. - ¿Estábamos bromeando después de esa escena de niñato celosón? Sí, y con toda naturalidad, eso me encantaba. Por donde lo mirara Samuel me encantaba, aunque a veces se tomara un poco más  en serio nuestra relación de lo que debería, era el mejor de todos. Había luchado por solo conseguir mi mirada, y cuando lo consiguió aceptó mis condiciones, y aunque suene a escusa, él también las disfrutaba. Desde que empezamos esto, se ha liado con más de cinco,  y se habrá tirado a mas de 3. Pero solo me importa a veces, cuando pienso que ya no está conmigo, es decir, cuando ya no tenemos esto que no tiene nombre.
Por eso sé que me gusta, porque nos conocemos, somos amigos antes que esa mezcla entre novios amigos y compinches.
-¿Solo quizá? Pues vaya. Entonces cualquiera puede llegar a ti. Porque si soy un cualquiera. Aunque en realidad no lo dudo, porque si ese se puede acercar a ti...
-Eh, yo me acerco a quien quiero. No hay ningún cualquiera en mi vida.
-Entonces... ¿Para ti no es un cualquiera?-Casi lo susurró, pretendía ser una afirmación para sí mismo. Pero casi sonó con una plegaría.
-Vale, esto es duro. Pero las cosas son así , quedamos en nada de explicaciones. En nada de ataduras. En tú con Sarita y otras chicas. Y yo con quien quisiera. Y si queríamos entre nosotros.
-Vale, gracias por tu respuesta.
Antes de poder responderle me quedé dormida, soñé algo muy raro que no supe interpretar. Cuando me despertó estábamos enfrente de mi portal.
-Esme, Esme, hemos llegado.
-Sí... Gracias por traerme.
-De nada guapa.
Le di un beso tímido en los labios y abrí la puerta.
-No olvides nunca que me encantas y que siento ser tan gilipollas.
Miré sus ojos estaban algo rojos, pero no sabía si era porque había fumado porros o por llorar. No podría adivinarlo nunca.
Le volví a dar otro beso, y le susurré al oído "Esto, esto que tenemos, que no tiene nombre, es perfecto y genial, porque tú formas parte." Puedo jurar que en sus ojos había una chispa de felicidad, y en los míos al verle sonreír. Samuel era especialmente guapo.
Crucé la calle y cuando me giré ya no estaba, no me importó.
Pero oí un motor conocido. Recién conocido. Un coche que era recién conocido paró frente a mí.
-No veas lo que me ha costado llegar sin que se de cuenta de que lo sigo. -No sabía si sonreír , si llorar, si decirle que no quería verle más por Samuel, o decirle que algo de él comenzaba a gustarme. No sabía qué hacer, así que, no hice nada.- No hace falta que admires mi perseverancia, pero lo mínimo es un "Ah". Bueno es igual, solo quería decirte que me has prometido el día entero contigo.
-Yo no he prometido eso.
- Sí que lo has hecho.
-No...
-Sí, pues vaya una chica lista...
-¡Que no lo he prometido!
-¿Qué no has prometido el qué?
-No he prometido estar contigo todo el día.
-Gracias por admitirlo, pero pon las comas donde toca. ¡Ay...Que poco aplicada esta chica!
-No te soporto.
-Es el primer paso hacia un matrimonio perfecto, guapa.
-No, el primer paso es sentir hacia ti.
-Lo conseguiré.
-Joder, ¿Tanto te gusto?- Pensé que era la conversación más surrealista que había tenido, pero con él tan surrealista no era.
-No, pero tendré que hacer que no te arrepientas del beso que me darás mañana.
-Tienes razón. ¡Me gustas, me encantas, Dios, eres perfecto! Y ahora... ¿Puedo irme?
-Por supuesto, solo quería saber si esos labios seguían igual de rositas.
-Sí, y siguen diciéndote adiós.
-Adiós Lady Curl.
-Adiós, Honey.
Entré en casa y encendí el portátil. Entre en twitter y lo único que se me ocurría poner era  "Honey pero Samu, Samu pero Honey" como nadie lo entendería y diría más de lo que quería que la gente supiera, cerré el portátil y puse la tele. Me quedé dormida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario